Como saber la dureza del agua en casa: métodos fáciles y efectivos

es malo beber agua con cal
El agua con cal contiene calcio y magnesio, comunes en zonas con agua dura. Aunque no es perjudicial para personas sanas, puede afectar a quienes tienen problemas renales o piel sensible. Además, daña electrodomésticos y altera el sabor. Aqualivery ofrece agua sin cal ni impurezas en botellas de cristal sostenibles.

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El agua que llega a nuestros hogares a menudo contiene minerales como el calcio y el magnesio, formando lo que comúnmente conocemos como agua con cal. Esta característica, típica de zonas con agua dura, genera dudas frecuentes sobre su impacto en la salud. ¿Es perjudicial para el organismo? ¿Afecta solo a los electrodomésticos o también a los riñones y la piel?

En este artículo se analizan los efectos reales del agua con cal en la salud, cómo influye en el hogar, qué dice la ciencia al respecto y qué métodos existen para reducir o eliminar la cal del agua del grifo. También exploraremos alternativas más seguras y sostenibles para una hidratación de calidad, como el servicio de agua a domicilio Barcelona de Aqualivery, ideal para quienes buscan agua sin impurezas y sin cal.

¿Qué es el agua con cal y por qué aparece en el grifo?

El término agua con cal se refiere a la presencia de minerales como el calcio (Ca) y el magnesio (Mg) disueltos en el agua. Esta composición es propia de lo que se conoce como agua dura, una característica frecuente en diversas zonas geográficas, especialmente en regiones con suelos calcáreos o aguas subterráneas ricas en minerales.

La cal no es una sustancia añadida artificialmente, sino que proviene de la disolución natural de rocas durante el recorrido del agua desde su fuente hasta el sistema de distribución. Aunque no representa un riesgo sanitario inmediato, su presencia puede tener efectos sobre el sabor, la piel, el cabello y los electrodomésticos, además de generar dudas sobre su impacto a largo plazo en la salud.

Composición de la cal en el agua

La cal del agua está compuesta principalmente por carbonato cálcico (CaCO₃) y carbonato magnésico (MgCO₃). Estos minerales no son tóxicos ni contaminantes, y de hecho el calcio y el magnesio son nutrientes esenciales para el organismo. Sin embargo, cuando están presentes en concentraciones elevadas, pueden alterar la textura del agua, dejar residuos visibles y afectar la eficacia del lavado y la limpieza.

En términos técnicos, estos compuestos se consideran parte de la mineralización del agua, y su cantidad se refleja en indicadores como el residuo seco y la dureza del agua.

Dureza del agua y concentración de cal

La dureza del agua se mide en función de la concentración total de iones de calcio y magnesio. Esta puede expresarse en diferentes unidades, como grados franceses (°fH), miligramos por litro (mg/L) o partes por millón (ppm). Un agua se considera:

  • Blanda: menos de 100 mg/L de carbonato cálcico
  • Semidura: entre 100 y 200 mg/L
  • Dura: entre 200 y 300 mg/L
  • Muy dura: más de 300 mg/L

En zonas con agua dura o muy dura, es más frecuente observar sedimentos blancos, menor formación de espuma y un sabor más metálico o áspero. Aunque estos valores no implican un riesgo inmediato, sí pueden influir en la aceptabilidad del agua y en su uso doméstico y sanitario.

Conocer la dureza del agua es fundamental para tomar decisiones informadas sobre su consumo, especialmente si se busca una hidratación de calidad, libre de exceso de minerales y cal. Puedes aprender más sobre cómo identificarla en este artículo sobre cómo saber la dureza del agua en casa.

¿Beber agua con cal es malo para la salud?

La presencia de cal en el agua genera dudas sobre su posible efecto en el organismo. Aunque el agua con cal no se considera peligrosa para la mayoría de la población, su composición puede no ser ideal en ciertos contextos. El calcio y el magnesio, principales responsables de la dureza del agua, no son sustancias tóxicas y, de hecho, cumplen funciones esenciales en el cuerpo humano. Sin embargo, su exceso puede presentar inconvenientes para algunos grupos de personas.

Qué dice la ciencia: efectos en personas sanas

Diversos estudios coinciden en que beber agua con cal no supone un riesgo para personas sanas. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) consideran que el consumo de agua dura no implica efectos negativos para la salud general.

En algunos casos, incluso se ha sugerido que la presencia de calcio y magnesio en el agua puede aportar beneficios leves para la salud cardiovascular. No obstante, estos aportes son mínimos y no sustituyen una dieta equilibrada. Lo más común es que el agua con cal afecte el sabor y cause molestias menores como sequedad en la piel o cabello áspero, más que efectos sistémicos.

¿Puede afectar a personas con problemas renales, digestivos o de piel?

Para personas con ciertas condiciones médicas, el agua dura puede no ser la opción más recomendable. En casos de enfermedad renal crónica, por ejemplo, el exceso de minerales puede incrementar la carga de filtración sobre los riñones. Del mismo modo, aquellos propensos a cálculos renales deberían evitar un consumo excesivo de aguas con alta mineralización.

También se ha observado que pieles sensibles o con dermatitis atópica pueden reaccionar negativamente al contacto repetido con agua muy dura, intensificando la sequedad o irritación cutánea. En cuanto al sistema digestivo, no existen pruebas sólidas de daño directo, aunque algunas personas refieren molestias leves tras su consumo prolongado.

¿Es perjudicial para bebés o embarazadas?

En etapas como el embarazo o la lactancia, la calidad del agua cobra especial relevancia. Si bien el agua con cal no está contraindicada de forma general, muchos expertos recomiendan optar por aguas de mineralización débil para asegurar una hidratación más equilibrada y reducir la exposición a minerales innecesarios.

En el caso de los bebés, cuyo sistema renal aún está en desarrollo, lo más prudente es evitar agua con alta concentración de sales. Por ello, se suele preferir agua embotellada de bajo residuo seco y bajo contenido en sodio para preparar biberones o cubrir sus necesidades hídricas.

Efectos del agua con cal en el hogar y en el sabor del agua

Aunque el agua con cal no suele representar un peligro para la salud general, sus efectos negativos en el hogar y en la experiencia de consumo diario son evidentes. La dureza del agua puede influir en el sabor, dejar residuos visibles y afectar al rendimiento de electrodomésticos. Estos inconvenientes son comunes en regiones donde el agua del grifo tiene una alta concentración de carbonato cálcico y magnesio.

Sabor metálico, residuos y textura

Uno de los efectos más notorios de la cal es el cambio en el sabor del agua. Muchas personas perciben el agua dura como más áspera, seca o metálica, lo que puede disminuir su apetencia y llevar a una reducción involuntaria en la ingesta de agua. Además, al hervirla o dejarla reposar, es común que aparezcan depósitos blancos en tazas, ollas y hervidores.

Estos residuos no son peligrosos, pero sí pueden resultar molestos y generar dudas sobre la calidad del agua. También afectan a la textura del agua en contacto con la piel, haciendo que esta se sienta más reseca tras el lavado.

Impacto en electrodomésticos, duchas y ropa

El uso continuado de agua dura en el hogar tiene consecuencias visibles a medio y largo plazo. En electrodomésticos como lavadoras, cafeteras, calentadores o lavavajillas, la cal se acumula en las resistencias y circuitos internos, reduciendo su eficiencia energética y acortando su vida útil.

En duchas, grifos y mamparas, la cal deja manchas opacas difíciles de eliminar, y puede obstruir difusores con el tiempo. En el lavado de ropa, la presencia de cal en el agua disminuye la eficacia de los detergentes, favorece la acumulación de residuos en tejidos y puede dejar las prendas más ásperas o apagadas.

Estos efectos técnicos, aunque no afectan directamente a la salud, generan costes adicionales en mantenimiento y productos de limpieza, además de reducir el confort en el uso diario del agua.

¿Cómo eliminar la cal del agua del grifo?

Reducir la presencia de cal en el agua del grifo es posible mediante métodos caseros o soluciones técnicas, dependiendo del nivel de dureza y el uso que se le dé al agua. Aunque la cal no suele ser perjudicial, sí puede afectar el sabor, generar residuos y reducir la eficiencia de electrodomésticos.

Métodos caseros: hervir, filtrar o dejar reposar

Hervir el agua ayuda a precipitar parte del carbonato cálcico, aunque no elimina todos los minerales. Dejar reposar el agua o utilizar filtros de carbón activado puede mejorar el sabor, pero su capacidad para eliminar la cal es limitada.

Soluciones técnicas: descalcificadores y filtros especializados

Para una eliminación más eficaz, los descalcificadores por resina y los sistemas de ósmosis inversa son opciones recomendadas. Estas tecnologías reducen significativamente la dureza del agua, prolongan la vida útil de los equipos del hogar y proporcionan un agua más adecuada para beber o cocinar en zonas con agua muy dura.

Aqualivery: alternativa sostenible sin cal ni impurezas

Si buscas una alternativa práctica y saludable al agua con cal, Aqualivery te ofrece la solución ideal. Su servicio de agua a domicilio en botellas de cristal retornables, garantiza una hidratación libre de impurezas y sin exceso de minerales, perfecta para quienes desean cuidar su salud y proteger sus electrodomésticos.Al elegir un agua de baja mineralización, no solo mejoras tu bienestar, sino que también contribuyes a un consumo más sostenible, sin plásticos de un solo uso ni residuos derivados del exceso de cal.

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